Wienerbrod
Dulce de origen danés, a pesar de que literalmente significa “pan de Viena”, nada que ver con el tipo de pan que todos conocemos. Es un producto que da trabajo, que a nuestros pasteleros no les apasiona demasiado hacerlo, ¿por qué? Porque el hojaldre con el que se hace se tiene que doblar mucho, y enrollar muchas veces hasta que quedan 27 capas hechas. El origen de este dulce se encuentra en una huelga de las pastelerías danesas, puesto que para intentar tener género a la venta, los amos de las tiendas recurrieron a estranjeros, austríacos en ese caso, para sustituirlos, y adaptaron esta creación de su país. Cuesta de encontrar en Catalunya, pero en Cal Ferran ya hace años que lo elaboramos.
Crujiente y dulce, el wienerbrod, se tiene que elaborar con esmero, como se hace en nuestro obrador centenario, para que no empalague. Y para merendar, un miércoles o jueves por ejemplo, el wienerbrod nos ayuda a entender qué es “la joie de vivre”.
Alérgenos: Gluten, Lactosa y Huevo
Consejos de consumo y conservación: Os recomendamos que conservéis el producto en un lugar fresco